–¿Se puede saber qué diablos estoy haciendo? –susurraba, ésta era la primera vez que me estaba comportado así, por lo general cada vez
que cualquiera de mis compañeros de banda me proponían quedarme a dormir con
ellos, de mis labios salía un rotundo no, pero ahora... –¿Qué ha cambiado…?
–esa pregunta se repetía en mi cabeza. Me estaba volviendo completamente loco estando yo solo en aquella habitación, la cual pertenecía a ese chico. La persona que cada día hacía
que mi corazón latiese con más fuerza. Me encontraba realmente nervioso, mientras
él se estaba duchando, mi libertina cabeza no dejaba de imaginar su cuerpo
siendo cubierto por el agua… –¡Basta ya! –grité y me levanté del colchón con
las mejillas ardiendo y mi frente completamente llena de sudor, a causa de
haber estado fantaseando con esa escena. Apresuradamente comencé a deambular
por aquella estancia, buscando poder calmarme, cuando sin querer mi pie golpeó una
prenda que había en el suelo. Me agaché para recogerla, descubriendo que era
una de sus camisetas.
Con cuidado me volví a acomodar en la cama y con mis dedos sacudí gentilmente la tela, a pesar de no haberla ensuciado. En ese momento dejé mis manos quietas, una deliciosa fragancia me atontó por completo. Sí, era el aroma de…
Con cuidado me volví a acomodar en la cama y con mis dedos sacudí gentilmente la tela, a pesar de no haberla ensuciado. En ese momento dejé mis manos quietas, una deliciosa fragancia me atontó por completo. Sí, era el aroma de…
–Kame… –susurré muy bajito, siempre me había hipnotizado el
perfume que se echaba día a día, incluso cuando no procedía de él, no podía
evitar que su rostro atormentase mi mente, ya que demasiados juniors le habían
pedido permiso para usar su colonia– Este olor… –sin ni siquiera ser consciente
de lo que hacía, me recosté en su cama y llevé con mucho cuidado la prenda a mi
nariz, para olerla y embarcarme en un espléndido viaje de placer. En ese
momento no pude evitarlo, mi entrepierna dolía, así que desabroché mi pantalón,
atreviéndome a recorrer con la otra mano el largo, muy suavemente, hasta que la
sensación de gusto fue demasiado elevada, obligándome a aumentar la velocidad–
ah… Kame… –susurraba entre jadeos mientras continuaba olfateando la prenda,
incluso llegué a morderla ligeramente, imaginando que lo tenía a él entre mis
brazos. Pasado un buen rato de tocamientos, acabé viniéndome en mi mano tras soltar un espectacular y sonoro gemido, que me hizo encoger los dedos de los pies y
echar la cabeza hacia atrás. Hasta ese mismo instante permanecí con los ojos
cerrados, por lo que no me di cuenta de la presencia de alguien más en aquel
cuarto, el cual había estado presente durante todo el espectáculo.
–Nakamaru… –tras verle allí de píe, contra el marco de la
puerta, cubierto con tan solo una toalla, y escuchar como pronunciaba mi
nombre, me incorporé de repente, muy avergonzado. ¿Me acababa de masturbar en
su casa, sobre su cama, mientras olfateaba su camiseta? Traté de buscar alguna
excusa que me salvase de esa situación, pero no existía ninguna. Agaché la
cabeza, sentía que me iba a morir por semejante situación y las lágrimas no
tardaron en acumularse en mis ojos, pero en ese momento sentí sus manos en mis
mejillas, que me hicieron elevar la cara para encontrarme frente a su mirada.
Su expresión no era en absoluto de enfado, sino que parecía disfrutarlo, me
miraba con una sonrisa traviesa.– Me has sorprendido, hacer algo así, diciendo
mi nombre… ¿acaso eres un acosador pervertido? –dijo mientras se mordía su
labio inferior. Sus palabras en absoluto sonaban dañinas, más bien me
parecieron provocativas, como si me tentase a cumplir mis deseos más obscenos
con él, y mientras pensaba todo eso, sentí sus labios sobre los míos. Abrí mis
ojos demasiado sorprendido y correspondí a la unión con torpeza, y él poco a
poco fue tumbándome de nuevo en su cama– Eres injusto, yo también quiero
tocar... –en ese momento observé como mi mejor amigo llevaba sus manos hasta mi
erección.
–Kame… yo…
_____
Un ligero meneo me trajo de vuelta a la realidad,
despertándome de ese indecente sueño, que a su vez era muy placentero. Inconscientemente
medio balbuceé cosas sin sentido, maldiciendo a la persona que había interrumpido mi secreta fantasía que llevaba repitiéndose desde hacía un par de años.
–Nakamaru, despierta… te has quedado dormido… –el protagonista
de mi alucinación estaba frente a mis ojos, mirándome muy de cerca como era ya
costumbre suya. Por culpa de esa proximidad, gire el rostro avergonzado y
sonrojado, comprobando que ambos nos encontrábamos en el backstage de su nueva
obra de teatro. Cierto, había reservado el día de hoy para verlo pero debí quedarme
dormido mientras se duchaba.
–Perdona Kame… tardabas tanto que al final el cansancio se
apoderó de mí… –froté mi cara con las manos sin poder evitar fijarme en que se
reía mostrando una cierta vergüenza… –¿Qué pasa? –en ese momento se mordió ligeramente el labio, fijando
su vista en mi entrepierna, y rápidamente me cubrí con los brazos.
–Veo que estabas teniendo un sueño agradable, perdona si te
he molestado, ya te dejo solo, ya… –bromeaba entre risas alejándose con fingido
temor de mi lado, apresuradamente me excusé diciendo que había soñado con su
compañera, con esos enormes pechos que agarraba durante la actuación. Sí, sin
duda eso era mucho mejor que confesarle que en realidad el causante de mis
fantasías desde hacía años era él –Si ese es el caso, pediré su número de
teléfono para ti nada más la vea –me quedé paralizado debido a su frío tono de
voz con el que de repente me hablaba –por cierto, se me olvidaba que tengo que
levantarme muy temprano mañana, así que lo siento pero no puedo cenar hoy
contigo, por lo que nuestra salida de esta noche debe ser cancelada, adiós –y
sin darme tiempo a reaccionar, abandonó el lugar, dejándome estático en el
sitio.
Me gustó la primera parte! Y Kame despertar al Nakamaru <3 Pero ¿por qué mintió? Bobo u__u
ResponderEliminar(Sorry my spanish ;3;)