viernes, 11 de marzo de 2016

Dangerous Love


Hacía semanas que mi sueño se repetía. Aparecía en mitad de unas instalaciones con pasillos completamente blancos comunicados entre sí, creando un laberinto imposible de descifrar.

–¿Hay alguien ahí? –pregunté sin hallar respuesta –Es inútil, siempre termino en el mismo lugar que empiezo –farfullé caminando angustiado, buscando desesperado la salida.

–Yamada, gira a la izquierda en el siguiente cruce –me quedé petrificado, era la primera vez que esto pasaba. Nunca se habían puesto en contacto conmigo. Observé mí alrededor, había cámaras y altavoces por todos lados.

–¿Quién eres? –sin embargo no obtuve respuesta a mi pregunta, tan solo se limitaba a darme indicaciones –¿Puedes responderme de una vez? –gruñí dirigiéndome a una de cámaras –¿Cómo te llamas? ¿Por qué estoy aquí? ¿A dónde que me llevas?

–¿Sabes que la curiosidad mató al gato? –un escalofrío recorrió mi cuerpo, parecía molestarle que preguntase tanto, su tono de voz llegó a paralizarme ligeramente. Ahora me preguntaba si había sido buena idea dejar que me guiase.

Estaba agotado tras caminar durante una hora sin descanso. Lo cual me resultó extraño, ya que en un sueño no sientes nada.

–Ya casi lo has conseguido ¿ves aquella puerta del fondo? Ábrela –quería terminar con esto de una vez y despertarme, así que hice mi último esfuerzo, llegando a esprintar. Medio asfixiado pulsé el botón, observando como el metal ascendía despacio. Entré cauteloso a la sala, examinando cada rincón exhaustivamente. Era como una especie de puente de mando, todo lo que había allí era una pantalla enorme, ordenadores y un hombre sentado de espaldas a mí. Aunque no estaba seguro, debía ser quien me dio aquellas indicaciones.

–Es hora de que me expliques por qué continúo soñando –sin responderme, se levantó y caminó hacia mi dirección. Yo retrocedí instintivamente, pero la puerta por la que había entrado se cerró tras de mí –¿Qué significa todo esto…?

–Ryosuke, has estado despierto todo el rato –me quedé boquiabierto, era imposible.

–¡Mientes! No es cierto, llevo semanas soñando con este lugar –debido a que no se detuvo en ningún momento, ahora se encontraba a unos pasos de distancia.

–¿Te lo demuestro? –me agarró con fuerza por el pelo y como respuesta apreté los párpados, soltando un quejido, acto que aprovechó para besarme de forma obscena. No dudé ni un segundo en morderle, logrando que se apartase para después limpiarse la sangre –Soy Narimiya y llevo tiempo observándote, deseándote, ¿qué has soñado con este lugar? –se encogió de hombros –Imposible, es la primera vez que ves este sitio. Quizás tu inconsciente trataba de advertirte –mi espalda golpeó contra la pared cuando quise escapar.

–¡Aléjate! –golpeé su torso con el puño, pero apenas se inmutó. Agarró mi muñeca ejerciendo presión –Por favor, no sé por qué motivo estoy aquí pero si me permites marchar, te pagaré todo lo que me pidas.

–¿Y quién te ha dicho que lo que quiero es dinero? –cerré los ojos cuando se relamió el labio, buscando desaparecer de aquél lugar, cosa que, por supuesto, jamás ocurrió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario